Error en la base de datos de WordPress: [Disk full (/tmp/#sql_4b6c_0.MAI); waiting for someone to free some space... (errno: 28 "No space left on device")]
SHOW FULL COLUMNS FROM `wp_options`


Warning: mysqli_query(): (HY000/1021): Disk full (/tmp/#sql_4b6c_0.MAI); waiting for someone to free some space... (errno: 28 "No space left on device") in /home/17061-43592.cloudwaysapps.com/qxzcstqsdy/public_html/wp-includes/wp-db.php on line 2056

Error en la base de datos de WordPress: [Disk full (/tmp/#sql_4b6c_0.MAI); waiting for someone to free some space... (errno: 28 "No space left on device")]
SELECT t.*, tt.*, tr.object_id FROM wp_terms AS t INNER JOIN wp_term_taxonomy AS tt ON t.term_id = tt.term_id INNER JOIN wp_term_relationships AS tr ON tr.term_taxonomy_id = tt.term_taxonomy_id WHERE tt.taxonomy IN ('category', 'post_tag', 'post_format') AND tr.object_id IN (25984) ORDER BY t.name ASC

Dar dinero a los niños – Juristas UNAM

Error en la base de datos de WordPress: [Disk full (/tmp/#sql_4b6c_0.MAI); waiting for someone to free some space... (errno: 28 "No space left on device")]
SHOW FULL COLUMNS FROM `wp_options`

Error en la base de datos de WordPress: [Disk full (/tmp/#sql_4b6c_0.MAI); waiting for someone to free some space... (errno: 28 "No space left on device")]
SHOW FULL COLUMNS FROM `wp_options`

Error en la base de datos de WordPress: [Disk full (/tmp/#sql_4b6c_0.MAI); waiting for someone to free some space... (errno: 28 "No space left on device")]
SHOW FULL COLUMNS FROM `wp_options`

Dar dinero a los niños

Error en la base de datos de WordPress: [Disk full (/tmp/#sql_4b6c_0.MAI); waiting for someone to free some space... (errno: 28 "No space left on device")]
SHOW FULL COLUMNS FROM `wp_options`

Error en la base de datos de WordPress: [Disk full (/tmp/#sql_4b6c_0.MAI); waiting for someone to free some space... (errno: 28 "No space left on device")]
SHOW FULL COLUMNS FROM `wp_options`

Error en la base de datos de WordPress: [Disk full (/tmp/#sql_4b6c_0.MAI); waiting for someone to free some space... (errno: 28 "No space left on device")]
SHOW FULL COLUMNS FROM `wp_options`

Error en la base de datos de WordPress: [Disk full (/tmp/#sql_4b6c_0.MAI); waiting for someone to free some space... (errno: 28 "No space left on device")]
SHOW FULL COLUMNS FROM `wp_options`

Por Bvlxp

En días recientes hemos visto las redes sociales inundadasde fotografías de púberes precarizados (ah, esa palabra favorita de la progresía) exhibiendo los billetes que les llegan de la voluntad de Obrador por el mérito de no haber demostrado mérito alguno. Excepto para los biempensantes que tienden a excusar cualquier dádiva con cursilería y falsa bondad, la imagen de estos niños frotándose un par de miles de pesos en la cara resulta grotesca e indignante. Se trata evidentemente de niños de bajos recursos que han sido aún más precarizados por la dádiva gubernamental, víctimas del populismo asistencialista, del paternalismo incapacitante, del más rapaz neoliberalismo y de la más perversa estrategia de rentismo político.

Los adictos políticos del Presidente, esos maestros del spin que pasan todo por un halo de bondad incuestionable para disculpar todas las políticas de la Administración López Obrador, incluyen, en el catálogo de frases hechas de la abyección, cosas como éstas, haciendo del sentimentalismo barato una razón de Estado y utilizando mucho la expresión “Ardor en la cola”: “Qué maravilla que haya becas”, “Sólo su clasismo los hace cuestionar algo así”, “Los que critican las becas nunca han tenido que escoger entre pagar el pasaje y comprar una quesadilla afuera de la escuela”, “Si ustedes la tuvieron difícil estudiando y trabajando, ¿por qué no se alegran por las nuevas generaciones?”, “Dejen que gasten el dinero en lo que los hace felices”, “La diversión no debería ser sólo para ricos”, “Les molesta que menores precarizados accedan a prácticas de consumo que sólo quieren para ustedes”. Ah, una lágrima rueda por esta mejilla tan obtusa y tan envidiosa.

Lo que hay en el fondo de este asunto es una batalla frontal, muy de la progresía, contra el mérito. Estas dádivas que vienen directamente de la voluntad del demagogo no pueden llamarse becas porque no se basan en un sistema meritocrático que premie el esfuerzo, la constancia, la dedicación, el talento. La dádiva populista busca capturar más que premiar, crear dependencia, encadenar a los recipiendarios más que emanciparlos, crear una visión falsa de cómo funciona el mundo. La progresía no ve en el trabajo y en el esfuerzo una manifestación de la libertad; por el contrario, para ellos representan las cadenas de un sistema perverso que no premia a todos por igual, sino que recompensa a los que tienen la voluntad de cambiar su condición de la mano de su talento. Es el socialismo posmo, ese que ya no se sostiene en complicadas teorías marxistas sino en una idea de la bondad new age, que ignora que los pesos de hoy serán los centavos de mañana, que no hay dinero estatal suficiente asegurar una existencia al menos pasable, que el mucho dinero a edades tempranas incapacita más de lo que habilita y que vender la dignidad termina saliendo caro.

La biempensantía afirma, no sin cierta razón, que los muchachos pueden y deben usar los recursos de las “Becas Benito Juárez” (en el nombre llevan la ironía) en lo que les procure felicidad y no necesariamente en sacar copias, comprar libros y pagar el camión. Como alguien que se ha beneficiado de muchas becas en su vida (esas sí becas, no dádivas), creo firmemente en que el propósito de las becas es multidimensional: comprar el libro para el que no te alcanza y también poder ir al cine con los amigos y que el dinero no sea un limitante de la interacción social. Sin embargo, lo que hemos visto en redes son imágenes de púberes festejando su dinero como si fuera un botín del narco: montando motocicletas, exhibiendo billetes amontonados, celulares apilados, burdeles, etc. Fuera del evidente trolleo y del humor cáustico de los púberes que se hicieron estas fotografías, es evidente que el dinero regalado no educa, no forma, no se usa para ser multiplicado. El dinero de la dádiva estatal, como el proveniente del crimen, es estéril, no genera un cambio profundo en el individuo. Es decir, no regenera, no crea una nueva generación, no promueve la movilidad social, sino que contribuye a perpetuar el círculo de la pobreza.

Las becas entregadas en nombre del Benemérito son la más elocuente demostración del abandono de la responsabilidad del Estado; un Estado que se desentiende entregando unos pesos (y cobrándolos luego en las urnas) es un Estado que no acompaña, que no genera condiciones propicias para el cambio social, que no apalanca el desarrollo, sino que perpetúa la dependencia. No olvidemos que el dinero que estos niños hoy tienen en las manos salió de un sitio, muy probablemente arrancado de las manos de otros pobres como ellos, de la red de protección social que el Estado garantizaba antes de esta nueva andanada del populismo neoliberal: de las manos de las madres con hijos, de los enfermos de SIDA, de los refugios de mujeres violentadas. La perversidad de la estrategia es evidente para todos excepto para aquellos buenos samaritanos que ven a las personas como mercancía política.