Fragmentos de un Evangelio Apócrifo

Por Óscar Gastélum:

“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.”

—Mateo, 7:15

INTRODUCCIÓN

El siguiente Evangelio (desgraciadamente incompleto y fragmentario) narra el ascenso al poder del famoso y poderoso demagogo conocido como “AMLO”, quien gobernó “México” durante más de cuatro décadas a principios del lejano siglo XXI. AMLO fue uno de tantos demagogos que ascendieron al poder durante el convulso periodo histórico que ahora conocemos como “Edad Media Democrática” (sí, aunque a nosotros nos parezca una barbaridad incomprensible, hubo un tiempo en que los asuntos de la humanidad no eran administrados por una inteligencia artificial imparcial y omnisciente sino por individuos limitadísimos elegidos por masas ignorantes y  veleidosas para “gobernarlas”). AMLO pasó a la historia no sólo como el gran destructor de una democracia endeble (compartiendo esa responsabilidad con sus antecesores: Enrique el Imbécil, Felipe el Sangriento y Vicente el Payaso) sino como el fundador de un extraño culto religioso encabezado por él mismo y conocido entre los expertos como “Iglesia Morena”, una secta que creció incontrolablemente hasta producir un auténtico cisma en el cristianismo global. El culto amloísta contó con millones de fervorosos creyentes que adoraron a AMLO como a un Dios encarnado durante décadas, incluso después de su muerte a los 107 años (si usted quiere saber más sobre el extraño fenómeno conocido como “religión” lo invito a consultar la obra de Richard Dawkins y otros autores de la era que fungen como nuestros embajadores, intérpretes y guías, en ese mundo incomprensible). Tras dos intentos fallidos, AMLO finalmente alcanzó el poder en 2018 en medio de una epidemia global de demagogia populista, pero sólo se consolidó como Su Santidad Licenciado Andrés Manuel I, Redentor de México e Hijo Predilecto de La Chingada (su nombre oficial), tras la breve guerra termonuclear provocada en 2027 por un demagogo vecino que pasó a la historia como Donald el Naranja o Donald el Ruso, y que transformó buena parte de “Norteamérica”, incluyendo el norte de “México”, en un páramo radiactivo. Este documento invaluable fue descubierto por arqueólogos de la Universidad de Oxford mientras exploraban entre las ruinas de la antigua Ciudad de México (destruida en el gran terremoto de 2045), específicamente en el barrio conocido como “La Condesa de Roma” o “Roma-Condesa”, uno de los epicentros de la devoción por AMLO y en donde sus devotos feligreses levantaron varios templos en su honor y fundaron monasterios en los que se estudiaba e interpretaba su confusa y contradictoria doctrina. Y aunque la escuela doctrinal Roma-Condesa fue constantemente acusada de “pirrurris” y “fifí” (una herejía imperdonable que nuestros investigadores no han logrado descifrar del todo pero que parece haber consistido en una combinación de tono de piel claro con estudios universitarios), y a pesar de que el Demagogo terminó excomulgando y exiliando a los pocos sobrevivientes de la congregación en 2046 tras acusarlos de provocar el gran terremoto con sus conductas inmorales y sus vidas licenciosas (ignoramos si el evangelista pereció en el terremoto o murió en el exilio), este texto sagrado es un fascinante vistazo a ese misterioso y salvaje mundo que afortunadamente ya no es el nuestro…

Sir Oscar Gastélum VI

San Petersburgo, Reino Unido a 9 de mayo de 2518.

Y aconteció en aquellos días, que el Demagogo de Morena vino de Macuspana, y fue bautizado por Hugo, el Bautista evangélico, en las aguas del Partido Encuentro Social. Y luego, subiendo del agua, vió abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. Y hubo una voz de los cielos que decía: Tú eres nuestro Caleb; en ti tomamos contentamiento pues conquistarás varias curules en el Monte Hebrón.

Y pasando junto á la mar de Zacatecas, vió á Ricardo Monreal, y á David su hermano, que echaban la red en el presupuesto; porque eran pescadores de millones. Y les dijo el Demagogo: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de billones. Y luego, dejadas sus redes, le siguieron. Y pasando de allí un poco más adelante, vió á René Fujiwara, nieto de Elba Esther, y á Fernando González Sánchez su yerno, también ellos en el navío sindical, aderezaban las redes presupuestales. Y luego los llamó: y dejando á su patrona Elba Esther en el barco, bajo arresto domiciliario, fueron en pos de él.

Y entraron en la CDMX; y luego todos los días, entrando en las plazas, el Demagogo enseñaba. Y los solovinos se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien se come las eses y no habla idiomas, y no como los pirrurris y los fifís. Y había en la plaza de ellos dos expresidentes del PAN, Manuel y Germán, con espíritus inmundos, los cuales dieron voces, Diciendo: ¡Ah! ¡qué tienes con nosotros, Populista! ¡Has venido á destruirnos! Sabemos quién eres, ¡un Peligro para México! Y el Demagogo les riñó, diciendo: Enmudezcan, y salgan de ellos. Y los espíritus panistas inmundos, haciéndole pedazos, y clamando á gran voz, salieron de ellos. Y todos se maravillaron, de tal manera que inquirían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta, que con potestad aun á los espíritus inmundos de la mafia del poder manda, y le obedecen? Y vino luego su fama por toda la provincia alrededor de la CDMX.

Y Bartlett el leproso vino á él, rogándole; é hincada la rodilla, le dice: Si quieres, puedes limpiarme. Y el Demagogo, teniendo misericordia de él, extendió su mano, y le tocó, y le dice: Quiero, sé limpio. Y así que hubo él hablado, la lepra del fraude electoral del 88 se fue luego de aquél, y fue limpio. Entonces le apercibió, y despidióle luego, y le dice: Mira, no digas á nadie nada; sino ve, muéstrate al INE, y ofrece por tu limpieza lo que Salinas mandó, para testimonio á ellos.

Y luego se juntaron á él muchos, que ya no cabían ni aun á la puerta; y les predicaba la palabra del “cambio verdadero”. Entonces vinieron á él unos mineros trayendo a un líder sindical paralítico, que era traído por cuatro. Y como no podían llegar á él á causa del gentío, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo abertura, bajaron el lecho en que yacía Napito paralítico. Y viendo el Demagogo la fe y los millones de dólares de ellos, dijo al paralítico: Napito, Hijo, tus pecados te son perdonados. Y estaban allí sentados algunos de los periodistas e intelectuales pirrurris, los cuales pensando en sus corazones, decían: ¿Por qué habla éste loco así? Blasfemias dice: Nadie puede perdonar pecados en un Estado de Derecho, ni Dios.

Y conociendo luego el Demagogo en su espíritu que pensaban así dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir a Napito: Tus pecados te son perdonados, ó decirle: Levántate, y toma tu fuero y tu candidatura plurinominal y anda? Pues para que sepáis que el Hijo de Juárez tiene potestad en esta patria de perdonar los pecados, (dice a Napito): A ti te digo: Levántate, y toma tu fuero, y vete al Senado. Entonces él se levantó luego, y tomando su plurinominal, se salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron al Demagogo, diciendo: Nunca tal hemos visto.

Y aconteció que estando el Demagogo á la mesa en casa, muchos ladrones impresentables estaban también á la mesa juntamente con el Demagogo y con sus solovinos: porque había muchos, y le habían seguido. Y los periodistas e intelectuales fifís, viéndole comer con los ladrones impresentables, dijeron á sus solovinos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con corruptos impresentables? Y oyéndolo el Demagogo, les dice: Los sanos no tienen necesidad de médico, mas los que tienen mal. No he venido á gobernar con los justos, sino con la mafia del poder.

Y el Demagogo subió al monte, y llamó á sí á los que él quiso; y vinieron á él. Y estableció doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos á predicar el “cambio verdadero”. Y que tuviesen potestad de sanar la corrupción, y de echar fuera demonios pejefóbicos: á Alfonso Romo, al cual puso por nombre Poncho; Y á Tatiana, hija de Manuel, y á Ricardo Monreal hermano de David; y les apellidó los Kennedy mexicanos; Y á Manuel Espino, y á Germán Martínez, y á Bartlett, y á Marcelo, y á Bejarano, y á Paco Ignacio hijo de Paco Ignacio, y á Yeidckol, y á Martí Batres, y á Attolini Iscariote.

Viendo la multitud, el Demagogo subió al templete; y sentándose, vinieron a él sus solovinos. Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:

Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de Morena.

Bienaventurados los sicarios que disuelven estudiantes en ácido, porque ellos recibirán abrazos y no balazos.

Bienaventurados los homófobos “provida” de la ultraderecha evangélica, porque ellos serán la cuarta fuerza política en el Congreso.

Bienaventurados los oligarcas que se dobleguen ante mi ambición, pues sus fortunas mal habidas recibirán mi bendición.

Bienaventurados los ignorantes y quienes padecen amnesia histórica, pues no saben lo que les espera.

Bienaventurados los lambiscones rastreros, porque ellos tendrán acceso al “Licenciado”.

Bienaventurados los oportunistas sin escrúpulos, porque de ellos serán las candidaturas plurinominales.

Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de mi pacto con Peña Nieto.

Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os llamen pejezombis, o maromeros o facilitadores, y digan toda clase de mal contra vosotros. Gozaos y alegraos, porque cuando triunfe nuestro movimiento vuestro galardón es grande en el presupuesto; porque así persiguieron a Mandela y a Cristo y a los profetas que fueron antes de vosotros.

No todo el que me dice: Licenciado, Licenciado, entrará en el reino del presupuesto: mas el que hiciere mi voluntad. Muchos me dirán en aquel día: Licenciado, Licenciado, ¿no hicimos proselitismo en tu nombre en las redes sociales, y en tu nombre justificamos lo injustificable, y en tu nombre sacrificamos nuestro prestigio? Y entonces les protestaré: Nunca os conocí; apartaos de mí, pirrurris deliberados.

De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados á los oligarcas y los corruptos que me apoyen, y las blasfemias cualesquiera con que blasfemaren; mas cualquiera que a partir de ahora blasfemare contra mi Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, mas está expuesto á eterno juicio en las mañaneras, a auditorías del SAT, investigaciones de la UIF y a ser fusilado en el monte. Porque: Tiene espíritu inmundo, pejefobia y pertenece a la mafia del poder.

Esta es palabra del Licenciado….