Cosas que no podemos superar de Peña Nieto

Por Frank Lozano:

No podemos superar la omisión del gobierno en materia de seguridad durante los últimos veintitrés meses. La desaparición de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa forma parte de una prolongada indiferencia, no es un caso aislado.

Tampoco se trata de la peor crisis del gobierno de Peña Nieto, se trata de la explosión y de la visibilización de una crisis que estaba artificialmente contenida. Los mexicanos no podemos superar las consecuencias de la reforma fiscal. No podemos superar el estilo de vida del líder del sindicato de trabajadores de PEMEX y de sus hijas.

No podemos superar el conflicto de interés en que incurrió el Presidente con el grupo HIGA y la casa blanca. No podemos superar el manejo turbio en la licitación del tren rápido.

No podemos superar la matanza de Tlatlaya. No podemos superar los más de 41 mil ejecutados durante la gestión de Peña Nieto, ni los más de 23 mil desaparecidos.

No podemos superar la liberación del narcotraficante Rafael Caro Quintero, ni la libertad del líder de los templarios, la Tuta. No podemos superar que en Michoacán hayan desollado a una joven enfermera y que el Virrey Castillo lo minimice diciendo que se trata de un caso aislado.

No podemos superar el constante aumento de la gasolina y el nulo esfuerzo de su administración para mejorar el poder adquisitivo de la clase trabajadora. No podemos superar y no sé cuando podamos hacerlo, el desplome del peso, que se devalúa vertiginosamente.

No podemos superar el penoso y cínico reconocimiento que el Presidente hizo a la empresa Televisa, sin leer en él un acto de vasallaje y sumisión, un intento de pedir esquina y rendir pleitesía a quien, en gran medida, le debe la presidencia.

No podemos superar los intentos de criminalizar las protestas, las infiltraciones de elementos policiales y la tentación de usar la justicia para reprimir a quienes se manifiestan.

No podemos superar que bajo su mirada se desempolve una iniciativa legislativa que pretende, veladamente, regular las marchas. No podemos superar la compra de un avión que costó la ofensiva cantidad de 7 mil millones de pesos.

El Presidente está terriblemente confundido al creer que el enojo de los mexicanos tiene que ver exclusivamente con el horror producido por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

El enojo y la crispación, centrados en su figura, se deben al regreso de las prácticas que hicieron que los mexicanos optaran por la alternancia en el año 2000.

El enojo es con el PRI y de ahí que, según la última encuesta del diario Reforma, este partido cayera diez puntos porcentuales en la preferencia ciudadana. Si bien es Enrique Peña Nieto quien carga con el desgaste de todo, es justo decir que él solo es la cara de un régimen que está de vuelta.

Como bien lo dijo León Krauze en un artículo publicado por El Universal, Peña Nieto Gobierna como el PRI y para el PRI; y ese PRI para el que gobierna y como el que gobierna, es la peor versión que jamás hemos visto.

Ese PRI, es el verdadero enemigo a vencer y a ese PRI, con todo y Peña Nieto, sí lo vamos a superar.