Por @Bvlxp:
Now we walk along the same street, in red pairs, and no man shouts obscenities at us, speaks to us, touches us. No one whistles. There is more than one kind of freedom: freedom to and freedom from. In the days of anarchy, it was freedom to. Now we are being given freedom from. Don’t underrate it.
-Margaret Atwood, The Handmaid’s Tale
En el escándalo de Internet de esta quincena, nos encontramos con los mismos protagonistas de siempre: ese grupúsculo compuesto por hombres y mujeres incapaces del humor, sin sentido de la proporción, gente a la que todo le parece sexista, machista, misógino, racista, clasista (al mismo tiempo, desde luego) y que se inventa categorías académicas para dar sustento a su abyección; gente que no puede lidiar con el mundo y aspira a una versión esterilizada del mismo que no le pinche sus nobles sentimientos y que al mismo tiempo le dé la oportunidad siempre renovable de ser buenos, de ser los mejores. La venganza de los apocados hiperverbales, digamos.
Pero nos desviamos del escándalo quincenal en el que nos topamos con lo que ojalá fuera una simpática cuenta de Twitter (@CosasHetero), la cual uno supondría intenta burlarse de las taras más clásicas de nosotros los que padecemos el pecado original para la progresía: ser blancos, heterosexuales y, but of course, privilegiados. Estaría padre la carrilla de esta cuenta de Twitter si sus escritores (por decirles de algún modo) vinieran del mundo de la risa y no del fondo del enojo. No me malinterpreten, la cuenta tiene algunos momentos buenos, que casi siempre se escapan por lo roto del rencor. Es lo malo cuando los abyectos intentan el humor: no le saben, les es ajeno, le ponen una alta carga moral e incluso una disculpa por estarse riendo. En corto: no es su terreno y por eso fracasan tan estrepitosamente.
La cuenta esta de los «heteros» se parece a muchas otras que han sufrido la condena absoluta de Los Buenitos®. Un ejemplo claro son las cuentas @GordasdeMorado, @CosasDeGordas, @CosasDeSolteras, @CosasDeHomo, en resumen, cuentas que también estereotipan, pero abordando clichés que han quedado proscritos de la risa por la biempensantía. No es que uno frecuente las cuentas estas ni que sean particularmente graciosas, pero, como es propio cuando uno trata con los progres, la doble moral salta a la vista. Por alguna razón, a la progresía le pareció muy graciosa la cuenta de los «heteros», pero muy condenables las otras, como si en cada grupo no hubiera clichés perfectamente identificables y risibles. Al parecer sólo es válido reírse de los que yo y los míos identificamos como cerdos opresores y privilegiados, es decir, su risa es un rencor disfrazado que nunca llega a buen puerto y que, como tal, no logra exorcizar los demonios que el humor genuino sí.
Más allá de dimes, diretes y tuits, lo realmente relevante y curioso de la creación de @CosasDeHeteros es que marca un hito para la progresía de Internet: el día en que se quitaron la careta y se pasaron al lado oscuro de la estereotipación. Su objetivo: los hombres heterosexuales (la cuenta no hace una sola mofa de las mujeres heterosexuales), ricos y contemporáneos. Ellos sentirán que al atacar a lo que perciben como una mayoría, la estereotipación es aceptable e inocua y dentro de los límites de lo correcto, pero lo que realmente termina sucediendo es que se les cae el teatrito de la bondad. Si fueran consecuentes con ellos mismos, los progres que celebraron @CosasHetero aplicarían su repulsa a rajatabla por el estereotipo. Para triunfar, las cruzadas morales deben cobijar a todos, incluso a quienes detestan. Pero, al parecer, para Los Buenitos como para Arturo Montiel, los derechos humanos son para los buenitos, no para los malos y menos para los heterosexuales. Ya desde antes intuíamos que así iba más o menos la cosa cuando usaban con sorna la etiqueta #NoTodosLosHombres cada vez que algún despistado «hetero» osaba defenderse del estereotipo machirulo. Una pena que tanto y tan dedicado esfuerzo por crear una doctrina de la bondad y por asumirse los policías morales del Internet se haya malgastado en unos tuits más bien sosos.
Lo malo de cuentas como @CosasHetero es que son hechas por gente que odia la comedia, que destruiría la comedia si le fuera posible; gente que en su vida diaria se permite sólo la risa que de ninguna manera ofenda a nadie. Es decir, la gente detrás de esta cuenta y la gente que la celebra es gente que no quiere hacer comedia sino política, propaganda. Por sus propias características, el mundo blanco, masculino y privilegiado tiene mucho de risible; ya los mirrreyes nos dan suficiente oportunidad de reírnos de lo patéticos que podemos ser si nos lo proponemos. Pero para hacer reír se necesita estar familiarizado con la libertad de la risa. Dense la oportunidad de reír más seguido; intenten la risa para que triunfen en la comedia. Algo no está bien en un mundo en el que sólo los «heteros» se dan la oportunidad de reírse de sí mismos.