Antes que la unidad

Por Frank Lozano:

El país está bajo ataque, nadie tiene duda de ello. En el ánimo nacional cala hondo la agresiva agenda que el presidente Donald Trump intenta imponer de forma unilateral a nuestra nación, tanto en temas comerciales, como en temas de seguridad fronteriza y derechos humanos. Más allá de lo que diga o haga Donald Trump, el malestar nacional se concentra en una figura, nuestro propio presidente, Enrique Peña Nieto.

Este hombre hace un llamado a la unidad. Se trata del mismo hombre que promovió y presumió al hoy prófugo exgobernador de Veracruz, Javier Duarte. Es el hombre que negó la existencia de un problema de seguridad, hasta el punto en que, territorios que habían sido recuperados por el Estado, fueron nuevamente cedidos al crimen organizado.

Es el hombre que ha encubierto sistemáticamente lo ocurrido con los cuarenta y tres estudiantes desaparecidos. El hombre que se autoexoneró frente al monumental conflicto de interés que representó la Casa Blanca y que, no conforme con eso, volvió a premiar a Virgilio Andrade, convirtiéndolo ahora en Director de BANSEFI.

Es también el hombre que ha permitido el retroceso en materia de derechos humanos. Es el hombre de las torpezas verbales recurrentes, de las preguntas del tipo “¿ustedes qué hubieran hecho?”. Es el hombre que permitió que durante un año Donald Trump profiriera agravios contra los mexicanos para, contra toda lógica, posteriomente invitarlo al país, dejando a México en un ridículo internacional. Es el hombre que cuando Trump gana, se aísla, no prepara escenarios y lo agarran con las manos en la puerta.

Es el hombre que, ante el escaso talento que lo rodea, vuelve a invitar al gobierno a Luis Videgaray, mismo que al parecer, no termina de aprender qué debe hacer como canciller. Es el que le entregó la cartera de Desarrollo Social a su compadre. Es el hombre que, se presume, hizo un acuerdo con el presidente del PAN a espaldas de su propio partido.

¿Cree usted, que con estos pequeños detalles, sea Enrique Peña Nieto, el hombre idóneo para pedir unidad nacional? A mí me parece que no.

Pero la unidad nacional, tampoco debe darse como la entiende el señor Carlos Slim. Su lectura de la realidad, si bien es buena, carece de una empatía fundamental con los mexicanos. Slim nos dio una cátedra sobre Trump. Demostró ser un gran lector de Trump, pero distó mucho de ser un líder. Nos demostró que cuando se tienen miles de millones de dólares, se puede invitar con desenfado a mantener la calma y a no preocuparnos, mientras, por otra parte, mantiene un monopolio en comunicaciones y los mexicanos pagamos servicios de internet y telefonía caros y malos.

Hay una tercera expresión de unidad nacional, la de los estúpidos y los espontáneos. Esos que llaman a hacer boictos contra marcas estadounidenses. Esos que, arrobados por el ardor patrio emulan a los viejos mexicanos que querían quemar gachupines. Esos que con dos dedos de frente, son incapaces de analizar un poco de lo que hablan. Se trata, sí, de la legión de idiotas. Mexicanos de coyuntura. Nacionalistas edulcorados con piloncillo. Esos, son igual o peor de peligrosos que el mismísimo Trump, ya que producen una doble afectación: joden inversiones, empleos y cadenas productivas mexicanas y de paso, propagan la ignorancia.

A mi parecer, debe haber una cuarta vía. Una que genere unidad nacional en torno a una agenda y un proyecto de nación. Una que sea plural e incluyente; donde la pasión sea el intercambio de ideas, el debate y la deliberación y no las respuestas y acciones infantiles. Una que entienda el contexto global y logre generar visión de futuro. Una que sea capaz de articular y traducir intereses y establezca rutas sólidas y duraderas. Una con la solvencia moral y ética que permita revisar y renovar nuestras instituciones y establezca nuevos pactos y acuerdos sociales. En esa ruta es en la que debemos vernos y en donde aún no se vislumbra quiénes, ni cómo la integren. Sería un grave error pensar que en el 2018, con la llegada de un nuevo presidente, las cosas serán distintas.

Tal vez Peña Nieto no se ha dado cuenta de que los mexicanos ya estamos unidos, pero en su contra. Tal vez tampoco le importe.