Por Frank Lozano:
La grabación y posterior difusión de una llamada privada del Presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova Vianello, desgajó una fruta podrida. Por una parte, los dichos del Presidente del organismo electoral —a los que calificaré como una pifia adolescente— encendieron la furia de los mexicanos y con ella, su grandísima doble moral.
No conozco mexicano que no haya profesado un comentario similar, o peor, en contra de otro ser humano. Por cuestiones de nacionalidad, de fe, de complexión física, de color de piel, por la forma del pelo, por su ideología, por sus preferencias sexuales, por como viste, por lo que hace, por lo que no hace, por con quien anda, por la música que escucha, por el equipo de fútbol al que le va; siempre habrá para el mexicano una forma insolente de referirse al otro.
Basta leer los comentarios en contra de Lorenzo, de parte de de los indignados, para darse cuenta de lo que hablo. Hoy a Lorenzo se le tacha de retrasado mental, de puto, de mirrey y un largo etcétera, lo que demuestra que en los hechos nadie tiene la calidad moral para ofenderse por la anécdota de los chichimecas.
Segundo punto y más grave, los indignados no se indignan ante el gravísimo hecho de que, un alguien, se tomó la molestia de cometer un acto ilegal. El espionaje es ilegal y Lorenzo, como usted o como yo, tiene derecho de tener una conversación privada. Si en esa conversación privada, usted o yo, o Lorenzo Córdova, le vienen a bien decir que usted o yo somos asquerosos porque nuestros dientes están amarillos, no nos incumbe escucharlo sin su consentimiento, ni mucho menos difundirlo.
Curiosamente, la filtración se da horas antes de que el INE discutiera el punto de acuerdo para quitarle el registro al Partido Verde Ecologista Mexicano. Sí, el partido de la telebancada que tiene representantes de Televisa y Televisión Azteca. Sí, sí, ese partido que le hace la chamba sucia al PRI. Sí, sí, ese partido familiar, cuyo ex dirigente está envuelto en escándalos de homicidio, corrupción y todo eso.
El mensaje es claro, a cualquier miembro de una institución que ose meterse en el camino de los poderosos, le pueden sacar una conversación telefónica en la que esté profesando su inconsolable amor por las Chivas, o vaya usted a saber.
La escucha fue burda, como burdos los comentarios de Córdova. Es burda también y clara la relación de estos hechos con los principales afectados por el árbitro: el Partido Verde y el PRI. En este país, la institución que tiene la infraestructura, la capacidad logística y todas las facilidades para llevar a cabo este tipo de tareas es el CISEN.
El PRI no va a permitir que se finiquite a su socio. El duopolio televiso no va a permitir que se le termine su cuota legislativa. La familia González Torres no permitirá que su mina de oro se agote pero, al parecer, los mexicanos ya no permitiremos que el Partido Verde se salga con la suya. Pase lo que pase el 7 de Junio, los días del verde están contados.