Miguel Palacios Macedo

Mientras las deficiencias del estado social no desaparezcan, el sistema constitucional es irrealizable

Don Miguel Palacios Macedo nació el 7 de septiembre de 1898 en la ciudad de Tulancingo, estado de Hidalgo. Fue hijo del Director de José M. Palacios y nieto del coronel Miguel Palacios, soldado de la guerra de Reforma.

Cursó sus primeros estudios en la Escuela Ponciano Arriaga. El bachillerato o llevó a cabo en la Escuela Nacional Preparatoria, donde a causa de la militarización recibió el nombramiento de sargento segundo de alumnos el 20 de julio de 1913.

Sus estudios profesionales los realizó en la Escuela Nacional de Jurisprudencia. En 1917 recibió un premio por ser el mejor promedio de su generación conjuntamente con José Magro Soto. Durante su paso por la Universidad se involucró en diversas actividades culturales y políticas. Fue presidente del Congreso Local Estudiantil del Distrito Federal en 1918.

Presentó su examen profesional el 17 de marzo de 1922 con la defensa de la tesis Leyes constitucionales y costumbres políticas;el sínodo que lo evaluó estuvo integrado por Miguel Lanz Duret, Alejandro Quijano, Salvador Urbina, Guillermo Novoa y Manuel Gómez Morin. Posteriormente, realizó estudios de economía y filosofía en la Escuela de Altos Estudios de París.

Fue catedrático de Economía política y Derecho constitucional. También formó parte del grupo de fundadores de la Escuela Bancaria y Comercial, donde impartió, entre otras, la materia de Teoría económica superior. Fue miembro del Consejo Universitario de 1932 a 1933 y de la Academia de Economía y Ciencias Políticas. Asimismo, fue catedrático en  ITAM de la materia Introducción a la Economía”.

Fuera del ámbito académico, trabajó en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, donde participó en la redacción de la Ley de Liquidación de los Antiguos Bancos de Emisión. Otra de sus labores fue la de consejero en el Banco de México. En 1936, redactó la nueva Ley Orgánica del Banco de México a partir de la revisión a la emitida en 1925.

Dirigió la revista Economía, órgano de la Asociación de Banqueros. En 1931 publicó su curso Organización de empresas. Fue colaborador de diversos periódicos, en particular de El Universal.

Según Antonio Armendáriz, de él se decía que era “…el economista de más solida doctrina que hay en México y uno de los juristas que entienden el Derecho y no solamente lo repiten”.

En homenaje a su memoria, el Auditorio de la Escuela Bancaria y Comercial, y un área especial de la Biblioteca del Instituto Tecnológico Autónomo de México, llevan su nombre.

El maestro falleció el 16 de noviembre de 1990 en la capital del país