La Escuela Nacional de Jurisprudencia en 1912-1913

A continuación presentamos un breve relato de los sucesos más importantes que se dieron en la Escuela Nacional de Jurisprudencia durante el ciclo escolar 1912-1913, de acuerdo a lo que se desprende de los informes de trabajos que constan en el archivo de la Universidad.

Durante el año académico en comento se inscribieron un total de 244 alumnos para la carrera de Abogado y ninguno para la de Agente de Negocios. El Plan de Estudios que se siguió  fue el que se acordó el 19 de enero de 1907.

La inauguración de las clases se realizó el 22 de abril de 1912 por el Vicepresidente de la República y Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, don José M. Pino Suárez; el discurso oficial corrió a cargo del Lic. Roberto A. Esteva Ruiz. El director de la Escuela en aquel momento era el Lic. Luis Cabrera.

Hubo “circunstancias anormales”, sin que se detalle en qué consistieron, que hicieron imposible aplicar pruebas escritas a los alumnos. Por tal motivo se presentó y aprobó un Proyecto de Reglamento al Consejo Universitario, en el que se estableció el sistema de exámenes orales para los alumnos, y mixtos o compuestos de prueba oral y escrita para las personas ajenas a la Escuela.

Se sustentaron 15 exámenes profesionales, siendo todos aprobados y se entregaron premios a alumnos del primero a quinto año. Algunos de los jóvenes reconocidos fueron Jesús Moreno Baca, de segundo año, y Alfonso Reyes.

Fue en ese año que se formó el Consejo Universitario integrado por los alumnos Alfonso Reyes, como Delegado Propietario, y José María Gurria Urgel como Delegado Suplente. En la Junta de Profesores, para el mismo Consejo, se eligieron como Consejeros Propietarios al Lic. Antonio Ramos Pedrueza y Lic. Victoriano Pimentel, y como Consejero Suplente al Lic. Rodolfo Reyes.

El Lic. Luis Cabrera tomó posesión del cargo de director el 20 de abril de 1912, posteriormente, en enero de 1913 se nombró Director Interino al Lic. Victoriano Pimentel hasta que finalmente regresó de licencia el Lic. Julio García.

Debido a que la prácticas profesionales estaban abandonadas y se encontró que los pasantes adquirían los certificados solo por condescendencia de los Jueces, la Secretaría de Justicia emitió una circular a los Tribunales de la Capital, con la que se implementó la obligación de que éstos dieran parte a la Dirección de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, del ingreso y duración de la práctica así como que al extender el certificado respectivo éste debería detallar la regularidad, laboriosidad, conocimientos adquiridos, principales actividades realizadas, entre otros datos.

Finalmente, entre las disposiciones administrativas se encontró que por algunos desórdenes suscitados en julio de 1912, se había determinado expulsar por dos años a varios alumnos y de manera definitiva a otros más, pero el 7 de marzo de 1913 la Dirección de la Escuela en atención a que la misión era de orden y conciliación, solicitó a la Secretaría que se autorizara a los alumnos que desearan regresar a estudiar, que se pudieran inscribir.

Esa petición fue respondida señalando que “se concede amnistía a los alumnos […] para que puedan volver a esa Escuela Nacional de Jurisprudencia a reanudar sus estudios”.