Error tras error

Por Frank Lozano:

A petición del SNTE, el gobierno Federal aceptó revisar la evaluación docente. Este movimiento es otro paso en falso. No resuelve la crisis con los radicales ni mejora el modelo educativo. A lo mucho, se trata de una jugada de distracción que busca posicionar la idea de que el gobierno federal muestra apertura, sensibilidad y capacidad de corrección.

No es una jugada audaz. Más bien, suena a un intento desesperado por restablecer la alianza política con su viejo cómplice, el SNTE, para crear un contrapeso a la minúscula pero ruidosa CNTE.

Está claro que la lucha magisterial es una lucha facciosa. El gobierno federal ha fracasado en convertirla en una lucha política. La crisis, con toda su complejidad, representaba una oportunidad para que el Secretario de Gobernación emergiera como el líder político que el puesto exige. No ha sido así.

El Secretario ha hecho de una oportunidad un lastre. La inconformidad ante la reforma abrió la posibilidad de una reconstrucción mayor, la del modelo educativo. El simple hecho de plantear la posibilidad de revisar el todo y no solamente una de sus partes, le habría dado a Osorio Chong una plataforma política de tres años y una bandera que pocos podrían cuestionar.

Habría tenido la posibilidad de recorrer el país, de hablar con actores sociales, de emplazar a los socios del Pacto por México a un rediseño educativo nacional y erigirse como un visionario, un revolucionario pacífico.

Todo eso quedará en el hubiera. El hoy nos cuenta otra historia, la de un político viejo y necio, que primero golpeó, luego amenazó y hoy finalmente está sentado en una mesa de diálogo con un movimiento que va más allá de lo magisterial.

Sentarse a la mesa, en cierto modo, es un ganar-ganar. Los maestros bajan la intensidad de los bloqueos y el gobierno gana tiempo. Pero a mediano y largo plazo, prolongar un diálogo que, más que diálogo, es una simulación aceptada entre las partes, terminará con un retorno de lo mismo: los radicales en las calles y el gobierno dándoles de palos.

El escenario para el Secretario Chong está en chino, sentó en su mesa a un grupo de kamikazes que tienen la orden de inmolarse. Es sólo cuestión de tiempo para ver quién da el primer mal paso.