Conoce tus derechos

Por Adriana Med:

You have the right not to be killed

Murder is a crime!

Unless it was done by a

Policeman or aristocrat.

Know your rights, The Clash

 

A menudo llegan a mis oídos anécdotas de injusticias que, por ignorancia, se asumieron con pasividad y silencio. En el breve tiempo que trabajé en una estancia para personas de la tercera edad, varias ancianas me contaron sus terribles historias de abuso y explotación, y me dio tristeza pensar que estaban al final de unas vidas que pudieron ser muy diferentes. No puedes defender un derecho que no sabes que tienes. No puedes defender algo que no sabes que puedes defender. Puede parecernos obvio a nosotros, pero hay personas que, por ejemplo, no saben que tienen derecho a la protección de su salud o a días de descanso. Mucha gente, probablemente la mayoría, desconoce que no puede ser molestada sin un mandamiento escrito de la autoridad competente. Millones de mujeres (y seguramente también muchos hombres) que viven violencia intrafamiliar, permanecen en ese estado el resto de sus vidas porque creen que no hay nada que puedan hacer. En fin, la lista es larga.

A la ignorancia se suma nuestra muy arraigada cultura de sufrimiento y resignación. Creemos que sufrir es bueno porque nos eleva, y que siempre hay que poner la otra mejilla. Tal o cual atropello es la cruz que nos tocó cargar, y ni modo, ya se nos recompensará en otra vida. Me viene a la cabeza Job, el desgraciado personaje bíblico. Seguramente sigue siendo un modelo a seguir para muchos. La historia cuenta que su fe fue puesta a prueba por Satanás con la autorización de Dios. Numerosas tragedias le ocurrieron, entre ellas pobreza, enfermedad y la muerte de sus hijos. Al final Job supera la prueba y Dios le devuelve su felicidad anterior. Job es un santo.

Pero nosotros no somos santos, somos solo personas. Y no deberíamos estar aquí para sobrevivir y soportar todos los males del mundo, sino para vivir y realizarnos. La dignidad humana no es un premio que uno tenga que ganarse, es una condición inherente a todos los seres humanos, sin distinciones. Hay que estar agradecidos por lo que tenemos, claro, aunque sea poco, pero nadie debería conformarse con lo mínimo, con lo indigno.

¿Quieres hacer algo por ti y por tu país pero no sabes por dónde empezar? Conoce tus derechos. Es una de las mejores cosas que puedes hacer por ti mismo. Serán tu escudo y tu arma en tiempos difíciles. Defiéndelos, no dejes que nadie te pisotee. Eres valioso por el solo hecho de existir. Y no dejes que nadie te haga creer lo contrario. También es importante conocer las obligaciones propias (para cumplirlas) y las de las autoridades (para exigir que se cumplan). Estudiar las leyes no debería ser tarea exclusiva de los estudiantes de Derecho, sino de todas las personas que tienen la oportunidad de hacerlo. Nos guste o no, entre más privilegios y oportunidades tengamos, más responsabilidad tenemos de educarnos, cuestionar, y luchar por un mundo mejor. Uno en el que haya más ciudadanos libres y felices y menos Jobs.