Canciones para recuperar la esperanza

Por Adriana Med:

Tuve un mal día el otro día y me puse a escuchar canciones que me ayudaron en el pasado. Fue agradable darme cuenta de que siguen teniendo un efecto reparador en mí. Se me antojó escribir sobre algunas de ellas. Escribiría sobre todas pero mejor no porque pobres de ustedes, no me hicieron nada.

Espero que esta música ayude a alguien más y que sigamos iluminando túneles oscuros apretando el botón de play. Quiero aclarar que la interpretación de estas canciones es personal: ustedes pueden hacerlas suyas a su manera.

Ghost Of Corporate Future – Regina Spektor

Lo que me encanta de esta canción es que además de ser encantadora, te ayuda a cambiar la perspectiva, muchas veces exagerada, que tienes de tus problemas. Los nervios nos ganan. La preocupación nos ciega. Creemos que es el fin del mundo. Y no es así. La verdad es que muchos de nuestros problemas tienen solución o por lo menos no son tan terribles como pensamos.

Recuerdo un episodio de Sabrina, la bruja adolescente, en el que su mejor amiga la está pasando fatal porque se cortó el cabello y no le gustó. Sabrina trata se usar sus poderes para hacerle recuperar su cabellera, pero al final logra sanarla diciéndole estas sencillas palabras: “El cabello crece”. Sí, el cabello crece. Parece una tontería pero hay que recordarlo porque aplica para muchos pesares de la vida. Eso y el hecho de que todas las personas son solo personas como tú, así que no tengas tanto miedo. El mundo sigue girando y tú con él. A veces lo único que necesitas para sentirte mejor es quitarte los zapatos, besar a alguien lindo o lamer una roca. O escuchar esta canción. O todo lo anterior.

Rock ‘n’ Roll Suicide – David Bowie

Es una de esas canciones. Sabes a lo que me refiero. No es que al escucharla te desbordes de felicidad y sientas el impulso de salir a la calle vestido como teletubbie para abrazar desconocidos mientras gritas aleluya. Más bien te conmueve en silencio y, la verdad sea dicha, te hace derramar alguna que otra lágrima. Duele y cura al mismo tiempo. No te hace huir de tus sentimientos sino más incrementa su intensidad. Pero también (y esto es lo más importante) te hace sentir menos solo. En realidad todas las canciones te hacen sentir menos solo, pero esta lo hace de una manera tan explícita y honesta que te dan ganas de abrazarla. El asunto es muy simple: si Bowie lo grita, yo le creo.

Waiting Room – Fugazi

Todos hemos estado en la cárcel, en cierto modo. Todos sabemos lo que es estar encadenado, lo que es pasar días, meses o años en una sala de espera mientras el resto de la gente está en movimiento. Esperamos y esperamos y nada pasa. Y un día decidimos que no vamos a quedarnos con los brazos cruzados viendo la vida escurrirse entre nuestros dedos. Es entonces cuando empezamos a planear en secreto nuestro regreso, nuestro ascenso. Los demás no lo saben y sin duda no será fácil pero vamos a pelear por lo que queremos. Aprendimos la lección, no volveremos a cometer los mismos errores.  Somos chicos pacientes.

A Change Is Gonna Come – Sam Cooke

Cuando Sam Cooke escuchó Blowin’ In The Wind de Bob Dylan, no podía creer que la estuviera cantando un blanco. Yo creo que si hubiera escuchado A Change Is Gonna Come en esa época, me habría costado creer que la estuviera cantando un negro. Eran tiempos en los que el nivel racismo, injusticia y violencia no te dejaba muchas ganas de cantar sobre la esperanza, especialmente si los pisoteados eran tú y los tuyos. Pero él vio que algo se movía, que la gente protestaba, y se atrevió a creer. No es una canción ingenua. Al contrario. Quizá por eso inspira una auténtica esperanza. Habla de su largo sufrimiento y de su miedo a morir. Nos dice que hubo momentos en los que creyó que no podía más, pero ahora siente que puede continuar porque sabe que un cambio se avecina. Si bien su final fue trágico, no estaba equivocado. Las cosas han cambiado y seguirán cambiando. Aunque muramos antes de poder atestiguarlo, como él.

You’ll Never Walk Alone – Gerry & The Pace Makers

El himno del Liverpool. O el himno de la esperanza. O mejor: EL himno. Hasta al más acérrimo rival se le eriza la piel al escuchar esta canción coreada por los aficionados en Anfield. Y cómo no, si ver un vídeo en youtube de semejante acontecimiento basta para que se te empapen los ojos y te den ganas de levantarte a luchar por lo que sea. Pero, ojo: no necesitas ser fan del fútbol para amar esta canción. Ella solita te ayuda a caminar. Es universal y clásica y tiene infinitas versiones de celebrísimos cantantes. Yo prefiero esta porque sí.

Una traducción:

Cuando camines a través de la tormenta

Mantén tu cabeza bien alta

y no temas a la oscuridad

Al final de la tormenta

Hay un cielo dorado

Y el dulce cantar plateado de la alondra

Sigue caminando a través del viento

Sigue caminando a través de la lluvia

Aunque tus sueños sean sacudidos y estropeados

Sigue caminando, sigue caminando con esperanza en tu corazón

Y tú nunca caminarás solo

nunca caminarás solo

Sigue caminando, sigue caminando con esperanza en tu corazón

Y tú nunca caminarás solo

nunca caminarás solo.

Ya lo oyeron. A seguir caminando.

What a Wonderful World – Joey Ramone

No le resto ni un pelo de mérito a la versión original de Louis Armstrong, la cual me encanta y es objetivamente la mejor. Todo mi amor para ella. La cosa es que, si me permiten la blasfemia, el cover de Joey Ramone es muy divertido y vivaracho. Te levanta sí o sí. Quizá el secreto de la eterna juventud consista en seguirlo escuchando. Si fuera cierto que al morir tus mejores recuerdos pasan como una película frente a tus ojos, me gustaría que estuvieran acompañados por esta canción.

Sí,  la vida es dura, pasan cosas terribles, la gente se muere, hay que pagar renta, los gobernantes son una mierda… ¿Para qué negarlo? Eso no quita que también pasen cosas maravillosas todos los días. Mientras no dejemos de admirar el cielo azul, las rosas rojas y la gentileza de nuestros amigos, hay esperanza. Estaremos aquí por poco tiempo, de modo que no tiene sentido gastarlo todo en lágrimas. Hay que disfrutar. Los bebés que lloran en todas partes y que algún día aprenderán mucho más de lo que nosotros nunca sabremos, también lo entenderán.