Por Frank Lozano:

El domingo pasado se llevó a cabo la renovación del Congreso de la Unión. En el ánimo del país hay sentimientos encontrados. Por una parte, se consolidó como mayoría ciudadana el abstencionismo. Más del cincuenta por ciento de la población con derecho a voto decidió no ejercerlo. Para los entusiastas de la política, un dato así, es desolador. El mensaje confirma el deterioro de la confianza en el sistema político y peor aún, de la calidad democrática del país.

Da tristeza constatar que la alianza de la ignominia salió victoriosa. El PRI- Verde tendrá mayoría en la cámara de diputados. El PAN y el PRD salen derrotados. Los azules retroceden décadas en cuanto a resultados electorales, mismos que son equiparables a los obtenidos en 1991. Por su parte, el PRD, a pesar de ganar una gubernatura, sufre una derrota inédita en su bastión, el Distrito Federal.

Uno no se explica cómo, con el escenario-país que imperó desde septiembre del año pasado, tanto el PAN como el PRD no lograran capitalizar políticamente la indignación social, y no fueran capaces de traducirla en votos: en evitar que la población se sumaran al abstencionismo. PAN y PRD demuestran lo que son: instrumentos limitados, mediocres, torpes y miopes.

Por otra parte, emergen a la escena pública tres modalidades de candidaturas independientes que pueden ejemplificar el futuro de las mismas. En una esquina, el primer gobernador independiente, pero no cien por ciento ciudadano. El Bronco, un personaje que, más temprano que tarde, habrán de padecer los neoleonenses. Un tipo frívolo, que con el pretexto de ser directo resulta ser poco asertivo. Impulsivo, más cercano a Vicente Fox que a un estadista.

Luego, Cuauhtémoc Blanco llega como presidente municipal de Cuernavaca. ¿Qué clase de ciudadano se necesita ser para elegir a un tarado e ignorante como gobernante? Recordemos a Iñarruti: ojalá algún día tengamos el gobierno que merecemos. La gente de Cuernavaca ya lo tiene.

Finalmente quiero destacar, de entre el independiente que no es tan ciudadano y del tonto, a un ciudadano que demostró que sí se puede hacer política de una manera distinta, con hechos y no palabras. Me refiero a Pedro Kumamoto, quien felizmente será diputado local por el distrito X, de Zapopan, Jalisco. Pedro es el camino, en cuando a candidaturas cien por ciento ciudadanas e independientes. Joven, estudioso. Innovó en campaña. Utilizó únicamente 18 mil pesos de financiamiento público y recibió donativos menores a 250 mil pesos. Le espera un ejercicio difícil, será uno entre 40 legisladores de partido. Pero su hazaña es digna de mencionarse.

¿Qué sigue? Sería sano que las dirigencias del PAN y del PRD consideren renunciar. Dichas fuerzas políticas requieren oxigenarse. Posteriormente tendrá que venir el diseño de la agenda legislativa. En ese punto, el PAN intentará dar la batalla contra la reforma hacendaria. Muy posiblemente se vuelva a revisar y parchar la reforma política. Es de esperarse que la querella contra el Partido Verde continúe en el INE.

Sigue también la segunda parte del Gobierno de Enrique Peña Nieto. No tendrá que enfrentar el obstáculo de una cámara dividida. Aparentemente, ha salido airoso de esta prueba.